MOC Definición, Identificación de un Sistema

Introducción al Estudio de Sistemas Sociales desde la Perspectiva Sistémica

La definición, estudio o el análisis de sistemas requiere un marco teórico interdisciplinario, que permite abordar sistemas mecánicos, informáticos, biológicos, humanos y sociales, desde una perspectiva integradora. En este contexto, abordaremos los sistemas sociales, con énfasis en aquellos orientados a la provisión de bienes y servicios a un grupo de interés, como es el caso de las organizaciones empresariales.

El propósito central de este desarrollo teórico-metodológico radica en establecer una definición operativa de un sistema total, considerado desde la perspectiva de un investigador que busca analizarlo en su complejidad.

Siguiendo los postulados de Churchman, mencionado en Johansen (2013, cap. 8), el camino para lograrlo implica la delimitación rigurosa del objeto de estudio, partiendo de la premisa de que un sistema se compone de elementos interrelacionados que actúan coordinadamente para alcanzar objetivos específicos, tema abordado en las clases Clase 07, Clase 08 y 09.

Para lograr esta definición, Churchman propone un enfoque estructurado con cinco dimensiones interdependientes que permiten examinar un sistema de manera integral.

Dimensiones de Análisis

  1. Los objetivos del sistema total, concretamente su forma de actuar ante situaciones.
  2. El Medio en el que Opera (vive) el Sistema, entendido como aquello que está fuera del control directo del sistema pero que lo condiciona).
  3. Los Recursos Internos Disponibles.
  4. Los Componentes o Partes del Sistema y sus Actividades.
  5. La Dirección o Administración del Sistema.

Este abordaje no sigue una secuencia lineal, sino que se caracteriza por su naturaleza iterativa: cada etapa puede requerir revisiones críticas de las fases anteriores, asegurando coherencia entre las partes y el todo. Este enfoque lógico busca superar reduccionismos, integrando tanto la dinámica interna del sistema como su interacción con el entorno (Johansen, 2013, cap. 8).

Al aplicar este marco de análisis e investigación a sistemas complejos, en especial los sociales como una organización, una empresa, se evidencia la necesidad de comprender no solo sus elementos constitutivos, sino también las relaciones sinérgicas que emergen de su interdependencia. Así, la definición del sistema trasciende la mera descripción de componentes, incorporando su propósito teleológico y su capacidad adaptativa en un contexto dinámico.

A menudo, en el estudio de sistemas complejos, surgen dudas al distinguir entre la Dirección del Sistema y la Misión de Dirección. Aunque ambos conceptos están estrechamente relacionados y suelen aparecer juntos en la literatura sistémica, en realidad hacen referencia a aspectos diferentes y complementarios dentro de la organización y el funcionamiento de cualquier sistema. Comprender esta diferencia es fundamental para analizar cómo se gobiernan, coordinan y adaptan los sistemas, y para evitar confusiones entre la función esencial de dirección, presente en todo sistema viable, y el subsistema o instancia concreta que la ejerce en la práctica (Churchman, 1987; Johansen Bertoglio, 2013).

Para mayor detalle ver Dirección de Sistemas vs Misión de Dirección.