Sistemas de Control

Los sistemas de control son los encargados de ajustar y regular el funcionamiento del sistema para mantener su estabilidad y alcanzar sus objetivos. Estos sistemas interactúan con las corrientes de entrada, el proceso de conversión y las corrientes de salida, y utilizan mecanismos de retroalimentación para ajustar el rendimiento del sistema (Von Bertalanffy, 1989).

Figura
Sistema de Control
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Componentes Básicos de un Sistema de Control

Componente Descripción
Sensor Detecta las variables del sistema que se desean controlar.
Controlador Procesa la información del sensor y ajusta el sistema según sea necesario.
Actuador Aplica las acciones decididas por el controlador para corregir o mantener el estado del sistema.

Relación con los Elementos de un Sistema

El sistema de control de un sistema, interactúa con los demás elementos para gestionar el funcionamiento del sistema (Ossa Ossa, 2016).

Elemento del Sistema Relación
Corrientes de Entrada Los sistemas de control pueden ajustar la cantidad o calidad de las corrientes de entrada para mantener la estabilidad del sistema.
Proceso de Conversión El control del proceso de conversión es crucial para asegurar que las corrientes de salida cumplan con los estándares deseados.
Corrientes de Salida Los sistemas de control ayudan a regular la calidad y cantidad de las corrientes de salida.
Retroalimentación La retroalimentación es esencial para que los sistemas de control ajusten su funcionamiento en respuesta a cambios internos o externos

Ejemplos

  1. Sistemas de Control en Industrias: En una fábrica textil, un sistema de control regula la temperatura y la humedad del ambiente. Los sensores recopilan datos sobre estas variables (corriente de entrada), el sistema de procesamiento analiza la información y, en función de los parámetros establecidos, ajusta automáticamente los niveles de temperatura y humedad (proceso de conversión). La retroalimentación permite corregir desviaciones para garantizar condiciones óptimas en la producción.

  2. Sistemas de Control en la Agricultura: En una granja, un sistema de control automatizado gestiona el riego y la fertilización en función de datos obtenidos por sensores en el suelo y las plantas (corriente de entrada). La información es procesada para determinar las necesidades hídricas y nutricionales de los cultivos (proceso de conversión), activando mecanismos que ajustan el suministro de agua y fertilizantes (corriente de salida). La retroalimentación asegura que los niveles se mantengan dentro de los rangos óptimos para el crecimiento.